21 septiembre del 2008
Se suspendió el paro magisterial en Quintana Roo, es la noticia que acapara los medios de información del día hoy domingo.
Son las 7 de la mañana, abrí mi negocio de abarrotes que tengo acá en la isla de Cozumel; entraron 2 o 3 clientes a comprar su desayuno antes de abordar el autobús que los traslada a sus respectivos centros de trabajo, Los comentarios son los mismos “Ya era hora” , “ojala de verdad los maestros esta vez si cumplan”, “están perjudicando a los niños”, “ya no van a recuperar el tiempo perdido” etc.
El siguiente cliente fue una maestra, vecina nuestra, y colaboradora incansable del paro magisterial -por obvias razones-; esta dama es dueña de dos plazas: Maestra de primer año en una escuela en el turno matutino y directora en otra escuela en el turno vespertino. Como es su costumbre todos los domingos, vino a mi negocio buscando la información de los periódicos de mayor circulación en la isla. La saludé dándole los buenos días únicamente.
Esta vez pude percibir que el saludo ya no era como siempre, tal vez, por el coraje que tenia, ya que muchos niños entre los cuales se encuentra mi hija, que cursa el 4º grado, han perdido 28 días de clase, que es el tiempo que duró el paro magisterial. “¿Cuantos padres sentirán lo mismo?” pensé.
Hoy la maestra vino contenta.
Dándose cuenta que no había forma de entablar una plática se limito a decir: “Mañana ya hay clases, Gracias a dios conseguimos algo; es una tregua de 90 días, son tres meses nada más; si no cumplen, regresamos. Félix (el gobernador) se comprometió”. No hubo respuesta de mi parte. Lo que si sentí fue coraje e impotencia por no saber qué hacer para que la educación cambie, no solo acá en la isla, quiero que cambie en el estado y en todo México, el haber escuchado esto me motivo a reflexionar y a escribir esto como una forma de expresar mi desacuerdo con la forma en que el gremio magisterial está presionando al gobierno para buscar sus intereses personales.
El comentario que me hizo la maestra no es más que una muestra de que lo que menos le importa al magisterio es la educación o la tan cuestionada alianza por la calidad, con la que los maestros no están de acuerdo.
“GRACIAS A DIOS CONSEGUIMOS ALGO”. ¡Hágame el favor! ¿Qué tiene que ver Dios con que el hecho de que el Gobernador les ofreció un bono de $ 120 000 pesos para su retiro en vez de los $ 80 000 que había ofrecido dos semanas antes? Solo así regresaran a las aulas. ¿Se dieron cuenta? El gobierno les ofreció 50% más ¿Donde quedo la alianza por la calidad de la Educación? Nada, No hay.
¿Será que esos $ 120 000 nos ayudara a salir de los últimos lugares en el cual se encuentra México en materia de educación? Y no nos vayamos lejos ¿ese dinero servirá para elevar la calidad educativa en el estado, y de esta manera sacar a Quintana Roo de los últimos lugares del país?
No señores. Los maestros lo único que quieren es poder reemplazar las plazas que ellos tienen con dinero para que pasen su jubilación sin problemas.
¿Y la educación? -me vuelvo a preguntar- Nada, no hay avances en esa materia. Acá en Cozumel, como en el estado, es lo que menos importa.
Las siguientes palabras de mi vecina fueron “ES UNA TREGUA DE 90 DÍAS, SON TRES MESES NADA MÁS. SI NO CUMPLEN, REGRESAMOS. FÉLIX SE COMPROMETIÓ”.
¿Se dan cuenta? Los problemas continúan, todavía no están contentos, quieren más y amenazan con volver a la huelga si el gobierno no cumple. Y la alianza por la calidad de la educación ¿dónde está? Que me disculpe mi vecina, pero solo veo que lo que ella quiere es más dinero ya que tiene dos plazas. Bueno pero también sabemos que no sólo es ella, muchos maestros aquí en la isla, aquí en Cozumel tienen 2 plazas; quedo claro: QUIEREN MAS DINERO.
Ojala que el gobierno se dé cuenta y que estos tres meses de tregua sirvan para planear realmente como mandar a la chingada a esa bola de zánganos que de maestros no tienen nada, y de esta manera poder hacer algo para mejorar la educación; porque eso si les digo, cualquier cosa que se haga es mejor que lo que tenemos actualmente, cualquier cosa es mejor.
También me atrevo a afirmar que hay padres de familia que están mucho mejor preparados que los maestros que en la actualidad tienen las mentadas plazas, y que con gusto trabajarían en la educación de nuestros hijos. Existen escuelas superiores, existen militares y navales. Creo que ahí está la solución al problema: Gobierno y padres de familia unidos podemos afrontar ese obstáculo en la educación y de paso eliminar un mal que tiene enferma a nuestra isla, a nuestro estado, a nuestro país.
Igualmente pienso que debe darse a conocer la famosa y cuestionada Alianza por la Calidad de la Educación; y cuando digo darse a conocer, es para que llegue hasta los últimos rincones de nuestro país, abiertamente, ya que necesitamos saber, ya que lo único que sé actualmente es que el magisterio es un cochinero que está perjudicando a nuestros hijos.
México no es solamente un grupo de personas: México somos todos.
Atte
Un padre de familia preocupado por la educación de sus hijos